viernes, 12 de octubre de 2007

Para seguir creciendo

Se viene otra elección. No es nada nuevo para nosotros. Después de tantos años, entre usted y yo no hacen falta promesas. Nos conocemos. En todo caso, lo que podemos hacer es recordar lo vivido, y si cabe, proyectar algunas cosas juntos, como lo venimos haciendo.

Repasemos, entonces, un poco el pasado:

En el San Miguel de hace diez años, los bancos no superaban la media docena, era difícil la inversión y no había confianza. El municipio era una especie de prolongación de un juzgado, pero claro está que del lado del banquillo de los acusados. Entonces, al no haber orden institucional, no había seguridad jurídica. El trámite de habilitación era complicado y oscuro; eso generaba un futuro incierto. Sumémosle a esto, la falta de iluminación, la inoperancia de los servicios y la falta de control. En pocas palabras, San Miguel no tenía un proyecto, es decir: no tenía futuro.

Veamos lo que sucedió desde que nos hicimos cargo de la administración: lo primero que debíamos hacer, para lograr la inversión, era recuperar la confianza del inversor. Era imprescindible brindar seguridad jurídica y, para eso, debíamos transparentar los mecanismos de habilitación y capacitar, profesional y éticamente, al cuerpo de inspectores. Lo hicimos. La prueba es el crecimiento continuo de la actividad comercial y la multiplicación de las entidades bancarias y financieras. Podemos decir que hoy San Miguel es una ciudad pujante y el mayor polo de movimiento económico de la región. Claro, que el crecimiento no se agota en lo comercial. Porque hay un enorme desarrollo urbano. La gente elige San Miguel para vivir. Eso trajo la necesidad de planificar un ordenamiento urbano. Y en eso trabajamos y continuamos trabajando.

Ahora, esto no lo logramos solos, lo logramos juntos. Porque siempre creímos en la participación como principio de gobierno. Prueba de ello es la peatonal Belgrano, en la cual los comerciantes y el municipio compartieron su concreción. A su vez, la participación de la Cámara de Comercio en el proceso de las habilitaciones otorgó transparencia y celeridad.

Por eso, mi única promesa es continuar con este proyecto que se inició hace diez años y que tiene garantía. La garantía es usted mismo, su crecimiento y las obras que están a la vista.

OSCAR ZILOCCHI
Vecino Intendente

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