viernes, 12 de octubre de 2007

Recuperar la dignidad



El deber del estado para con los jóvenes es como el deber de los padres para con sus hijos. Y el deber de los hijos para con sus padres debería ser como el deber del estado para con los mayores.

Éste es el concepto que anima mi trabajo orientado hacia nuestros vecinos mayores. En particular, hacia los que tienen necesidades básicas insatisfechas y a los que carecen de jubilación y cobertura médica.

Es que después de toda una vida de esfuerzo y trabajo, nuestra obligación es asegurarles las condiciones necesarias para que puedan vivir su madurez, sin sobresaltos ni angustias. Debemos contenerlos, respetarlos y quererlos, devolviéndoles todo el calor y el amor que nos dieron cuando éramos niños.

De esta convicción deriva la promoción y el apoyo que le damos a nuestros centros de jubilados y a sus actividades deportivas, sociales y culturales, en las que participan cientos de abuelos.

El Gobierno Nacional lanzó un programa para quienes, por distintas razones, no pudieron acceder a la jubilación. Esta administración, haciendo un gran esfuerzo, aceptó el desafió y asignó los recursos necesarios para que, con un trámite rápido y sencillo, más de 2800 abuelos del distrito accedieran al beneficio anhelado.

Ver a nuestros mayores emocionados, con una sonrisa dibujada en sus labios
y alguna que otra lágrima en sus mejillas, fue la mayor recompensa que tuve
en estos años de gestión.

Por eso, me comprometo firmemente a seguir trabajando, con todo lo que tenga a mi alcance, para saldar esta deuda que el estado y la sociedad argentina tienen con nuestros abuelos.

Nadie conoce mejor que ustedes la historia de nuestro pueblo. Hoy llegan las elecciones y para elegir es bueno apelar a la memoria. Recordemos cómo estaba San Miguel hace 10 años y comparémoslo con el de hoy. Las diferencias son enormes, San Miguel salió del desorden y de las sombras y hoy se ha convertido en un distrito ideal para vivir, que no para de crecer.

En muy poco tiempo, si usted me acompaña, se habrán cumplido las etapas previstas para poner a San Miguel entre los primeros distritos del país. El cambio que iniciamos en 1997 con Aldo Rico no se puede ni debe detener; acompáñeme y sigamos juntos transformando nuestros sueños en realidad.

OSCAR ZILOCCHI
Vecino Intendente

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